Regalo de Apolo
A Apolo 11 se le siguieron otras seis misiones. Todos, excepto uno, consiguieron posarse sobre la superficie de la Luna. Apolo 17 llevó al primer científico. Tan pronto como se acercó el programa se suspendió. El primer científico que llegó a la Luna era la misma persona y el último amigo que había dejado. El programa cumplió su objetivo esa noche de julio de 1969. Las seis misiones seguidas por detrás eran sólo inercias.
El objetivo de Apolo no era la ciencia principalmente, ni el espacio. Detrás de Apolo se encontraba el conflicto ideológico y la guerra nuclear (a menudo se utilizaban eufemismos como el liderazgo mundial y el prestigio nacional). Sin embargo, la ciencia espacial se trabajó bien. Ahora sabemos mucho más sobre la composición de la Luna y la forma de completar el paisaje. Hemos dado grandes pasos en la comprensión de la aparición de la Luna.
Algunos de nosotros hemos utilizado la estadística intensa de los cráteres lunares para actuar en la apariencia de la Tierra. Sin embargo, mucho más importante que eso fue: Que Apolo ofreció protección, paraguas, a los brillantes espacios automáticos que se dispersaron por el Sistema Solar. Así, aunque inconscientemente, se realizó el primer estudio de decenas de nuevos mundos. Los niños de Apolo han llegado a los límites del Sistema Solar.
Si no hubiera habido Apápoles (ni siquiera el objetivo político que servía), tengo serias dudas de si los EEUU habrían hecho lo propio para explorar el Sistema Solar. Mariner, Viking, Voyager, Magallaes, Galileo y Cassini son regalos de Apolo. Algo parecido puede decirse del trabajo soviético en la exploración del Sistema Solar, especialmente de los primeros aterrizajes suaves en otros mundos (Luna 9, Martitz 3 y Venera 8).
Apolo sorprendió la imaginación del mundo proporcionándole confianza, entusiasmo y visiones amplias. Ese era uno de sus destinos. Incorporar optimismo tecnológico e ilusión de futuro. Si hemos podido ir a la luna, ¿hasta dónde podemos llegar? Incluso entre los no admiradores de Estados Unidos, independientemente de la razón que subyace en el proyecto, se reconoció que la nación alcanzó la grandeza con Apolo.
* Traducido por Inaki Irazabalbeitia
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