La palma de Europa enana se sirve de insectos para su polinización. Como muchas otras plantas. Pero en otras plantas hace flores todos los esfuerzos para atraer a los insectos, vestidos de colores bellos o olores dulces. Sin embargo, las flores de la palma enana no huelen y no se separan de lejos. De hecho, las hojas de esta planta son las encargadas de verter un olor atractivo. El hallazgo ha sido realizado por investigadores del CNRS francés.