Han desarrollado un material para la captura eficaz, segura y económica de los gases radiactivos liberados durante el procesado de los residuos de las centrales nucleares. Se trata de un proyecto realizado en colaboración por investigadores de la Escuela Politécnica de Lausanne y la Universidad de California y que ha sido publicado en la revista Nature Communications.
Se ha considerado un paso importante ya que la tecnología utilizada hasta el momento para capturar los gases desprendidos en el reciclado del combustible nuclear necesitaba temperaturas muy bajas, por lo que es muy costosa. Además, corría el riesgo de provocar explosiones. Sin embargo, gracias al material que han desarrollado, el proceso se ha abaratado mucho y es seguro y eficiente.
Para la obtención de este material se han probado 125.000 estructuras utilizando modelos informáticos. No tenían el reto de ser capaces de separar los gases que se desprenden.De hecho, entre los más importantes y peligrosos de estos gases se encuentran el xenón y el cripton, que debían ser recogidos por separado por su uso comercial. Por otro lado, la vida del xenón es mucho más corta que la de la cripta (un mes respecto a un año).
Al final han conseguido el material que buscaban. Se ha denominado SBMOF-1 y es similar a los materiales utilizados para absorber otros contaminantes como el dióxido de carbono. Los MOF son materiales porosos que capturan gases entre los poros. Pues bien, la estructura del SBMOF-1 es la adecuada para la captura de xenón y cripton por separado a temperatura ambiente, lo que, según los investigadores, ha permitido abaratar el proceso de reutilización del uranio y plutonio en las centrales nucleares y hacerlo seguro.