Huella de carbono de huertos urbanos superior a la de la agricultura convencional, con excepciones

Galarraga Aiestaran, Ana

Elhuyar Zientzia

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Huerto urbano de La Ventilla (Madrid) Ed. Diario de Madrid/CC 4.0

La agricultura urbana está extendida como un beneficio para hacer más sostenibles las ciudades y sus sistemas de alimentación. Sin embargo, hasta el momento no existían muchos estudios científicos sobre la huella de carbono que producen los huertos urbanos, ni que los compararan con los de la agricultura convencional. Para cubrir este vacío, se ha llevado a cabo una amplia investigación en Europa y EEUU que, en general, señala que la huella de carbono de los huertos urbanos es seis veces mayor que la de la agricultura convencional, pero hay excepciones. Además, se han identificado las formas de hacer más sostenibles los huertos urbanos.

El estudio ha sido dirigido por investigadores de la Universidad de Michigan (EEUU) y publicado en la revista Nature cities. Se ha utilizado una metodología rigurosa para medir con precisión la huella de carbono de los alimentos de origen diverso. Por ejemplo, señalan que, en muchos casos, se centra en el transporte y, en este sentido, los alimentos de las huertas urbanas tienen una ventaja notable. Pero hay otros aspectos.

Por ejemplo, se han distinguido tres tipos de huertos urbanos: los destinados a la producción, los realizados en jardines individuales y los vecinos o comunitarios. Y en la agricultura convencional también hay grandes diferencias de lugar a lugar y de barán de alimento. Por ejemplo, el 96% de las cebollas que se consumen en Alemania proceden de: Alemania (71%), España (13%) y Holanda (1%).

Teniendo en cuenta todos estos aspectos, se ha realizado una recogida detallada de datos en 73 puntos de cinco países: Francia (París y Nantes), Alemania (región de Rin-Ruhr), Polonia (Gorzow Wlkp), Reino Unido (Londres) y EEUU (Nueva York).

Así se concluye que, en general, la huella de carbono de las huertas urbanas es seis veces mayor que la de la agricultura convencional (420 g de CO2 y 70 g de CO2 por fruta o verdura, respectivamente). Pero hay excepciones en función del alimento y del tipo de huerta: los tomates de las huertas urbanas son más sostenibles y los huertos cuidados por el individuo.

Por tanto, qué alimento crece y cómo (impulsando la gestión circular del agua y los residuos, por ejemplo) son claves para que las huertas urbanas sean más sostenibles. También se menciona el beneficio social que generan las huertas urbanas.

 

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