Una investigación de la Universidad de Tübingen demuestra que la sensibilidad a la insulina en el cerebro depende de la fase menstrual. Publicado en la revista Nature Metabolims, destaca por el efecto de la insulina sobre la tendencia alimentaria y el metabolismo. Una de las conclusiones es que pueden existir diferencias entre los sexos en la regulación metabólica por insulina, aunque la investigación al respecto se ha centrado en los hombres.
En la investigación actual, once mujeres han sido investigadas en la fase folicular (antes de la ovulación) y luteo (después de la ovulación). En el cerebro se les ha medido la sensibilidad a la insulina mediante la inhalación de insulina o placebo mediante un aerosol. Además, otras 15 mujeres midieron la sensibilidad a la insulina en el hipotálamo a través de la resonancia magnética nuclear. Del análisis de los resultados de ambas pruebas se deduce que, por un lado, la sensibilidad a la insulina en la fase folicular es mayor en el cerebro que en la fase lútea, y por otro, la resistencia a la insulina cerebral en la fase lútea puede afectar a la resistencia en todo el cuerpo.
En la misma revista, otros autores han publicado otro artículo más amplio y general sobre la investigación, que explica los cambios en el peso corporal, el hambre y la tendencia alimentaria. Estos cambios se producen especialmente al final de la fase lútea, es decir, cuando la sensibilidad a la insulina es menor. Esto también puede afectar al deterioro del control de la glucosa en mujeres con diabetes tipo 1.
Los investigadores han destacado la escasa participación de mujeres en el estudio y que ninguna de ellas tomaba anticonceptivos hormonales. Además, la inhalación de insulina no es una vía fisiológica, por lo que han dejado claro que es una investigación inicial y que hay que seguir investigando para confirmar los resultados y profundizar en el conocimiento.