Consiguen ponerse coraza a las células ante el virus del sida

Consiguen ponerse coraza a las células ante el virus del sida
01/09/2010 | Elhuyar
De izquierda a derecha, Santos Mañes, Gemma Fabriàs y Félix Goñi. Ed. : Unidad de Biofísica.

La Unidad de Biofísica del campus de Leioa participa en el estudio

Un estudio dirigido por Félix Goñi, director de la Unidad de Biofísica, ha desarrollado una nueva forma de proteger las células frente al VIH. Según sus palabras, han conseguido "vestir una coraza a las células".

De hecho, los investigadores se han basado en la obstaculización de la estrategia de penetración celular del VIH. En principio, el VIH no entra a las células desde cualquier lugar, sino que entra por una zona específica de la membrana, la zona de esfingolípidos. Los investigadores se han centrado en ello y han estudiado cómo proteger este espacio.

Así, se ha demostrado que la zona se rige por la inhibición de la enzima que introduce doble unión en los esfingolípidos. Los esfingolipidios se sustituyen por dihidroesfingolípidos que por la rigidificación no pueden fusionar la membrana del VIH y la célula. Por tanto, el VIH no puede infectar la célula. Por ello, los investigadores han dicho que la célula ha sido "coraza".

En palabras de Félix Goñi, la rigidez no afecta a la funcionalidad de la célula. Goñi ha explicado que pueden inhibir la enzima de dos formas: "mediante una molécula desarrollada por uno de los grupos participantes en la investigación, o mediante la inactivación del gen correspondiente a la enzima mediante inhibidores de RNA". Este gen es DES1.

A la izquierda se ve la fusión del VIH con la membrana de entrada a la célula. A la derecha, tras la inhibición del gen DES1, la zona donde se produce la fusión se ve rígida (está en rojo), por lo que no se puede fusionar. Ed. : Unidad de Biofísica.

Resultado de tres años de colaboración

Además del equipo de la Unidad de Biofísica, centro mixto entre el CSIC y la UPV-EHU, han participado en la investigación el Centro Español de Biotecnología (CSIC, Universidad Autónoma de Madrid) y el Instituto de Química Aplicada de Cataluña (CSIC, Barcelona). "La investigación ha durado tres años --detalló Goñi -. No es mucho tiempo, pero hay que tener en cuenta que todos estamos investigando en este campo desde hace tiempo. Además, los dos primeros años han sido duros, porque no conseguíamos buenos resultados. Los logros han llegado al final".

Los resultados han sido publicados en la prestigiosa revista Chemistry&Biology del grupo Cell. El artículo destaca que, en primer lugar, han demostrado que los dihidroesfingolípidos forman zonas rígidas en las membranas de las células tipo, que la inhibición del DES1 aumenta los dihidroesfingolípidos en las membranas de las células vivas, que el GIB-1 impide la infección de la célula mediante el bloqueo químico o genético de la actividad DES1 y, por último, que las tendencias hidroesfingolípídicas son ricas en las de fusionar.

En cualquier caso, Felix Goñi ha advertido que "tardará" en aplicarse a la terapia: "Para conseguirlo todavía hay que hacer mucho trabajo y primero necesitamos alguien que financie la investigación". Por el momento no tienen dinero, pero se nota que no les falta ganas de trabajar.

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