En el artículo se recuerda que cuando el hombre moderno se expandió por África y Oriente Próximo hace 75.000 a 50.000 años, en Eurasia vivían al menos dos grupos humanos: los neandertales y los denisoveses. A pesar de la abundancia de restos neandertales, los denisoveses se circunscriben a las proximidades del monte Altai al sureste de Siberia). Sin embargo, en el genoma de las poblaciones originarias de Asia y América se ha encontrado su huella, por lo que parece que en su día estaban más extendidas. Por ello, los investigadores consideraban que el conocimiento del ADN de la población del Osín de Huesos podía ser clave para ilustrar la perspectiva de la época.
Así, han analizado el ADN nuclear extraído de los huesos de dos individuos del Osin y el ADN mitocondrial de uno de ellos. No ha sido una tarea fácil, ya que el ADN antiguo está muy degradado. Además, han tenido que tener en cuenta la contaminación provocada por los seres humanos actuales. Sin embargo, tal y como ha señalado el investigador principal, Matthias Meyer, "este trabajo sería mucho más difícil si no estuvieron tan cuidadosos en el yacimiento".
Concluyen, por tanto, que los individuos analizados pertenecían a la línea de los neandertales, y que los denisoveses y neandertales se distribuyeron antes de hace 430.000 años.
Por otra parte, el análisis del ADN mitocondrial ha mostrado una vez más su cercanía a los denisoveses. Para explicarlo, los investigadores han sugerido que posteriormente se mezclarían con los denisoveses y han quedado a la espera de los resultados de futuras investigaciones.