Según un estudio realizado en el ratón, la clave de ser valiente o estar ralentizado puede estar en los microorganismos intestinales. Así lo han deducido los investigadores del Instituto Karolinska de Estocolmo.
Las primeras pruebas de relación entre la flora intestinal y el cerebro se llevaron a cabo hace cinco años. De hecho, demostraron que los microorganismos intestinales influyen en la actividad de un gen que tiene importancia en la producción de serotonina neurotransmisora.
Ahora se han comparado ratones y ratones comunes que no contienen microorganismo en el intestino, centrándose en el comportamiento y la actividad del cerebro. Y han visto que los primeros son más atrevidos que los normales y que tienen menor tendencia a la ansiedad. Además, la actividad de los genes relacionados con la ansiedad es menor en ellos, eliminando antes los neurotransmisores relacionados con la ansiedad como la noradrenalina y la dopamina.
Los investigadores también han estudiado otros detalles y han descubierto que la influencia de los microorganismos intestinales comienza antes del nacimiento de los ratones. Según han explicado, durante la gestación, los microorganismos intestinales segregan moléculas que influyen en el desarrollo cerebral del feto.
La relación entre el cerebro y los microorganismos intestinales también se está estudiando en las personas. Según algunos expertos, los resultados de estas investigaciones pueden ser muy interesantes para buscar nuevas vías de tratamiento de las enfermedades mentales.