Alimentar la planta de tabaco y protegerla a la vez contra las malas hierbas no es un mal logro. Es lo que han conseguido algunos bioquímicos alemanes. Herbicida es un compuesto de cianamida. Esta sustancia, en principio, es nociva para el tabaco y por eso es imprescindible encontrar algo que neutralice a éste.
Se ha encontrado dicho neutralizante, concretamente en un microcanpinón del pavimento. La cianamida se transforma en urea y de ella se forman sales amónicas. Las sales de amonio son alimentos muy ricos para la planta.