Los datos de los vientos oceánicos han elaborado un mapa que puede servir para determinar dónde colocar los aerogeneradores. Para la realización del mapa, los investigadores del laboratorio JPL de California han utilizado los datos obtenidos por el satélite QuikScat de la NASA durante ocho años.
Desde su lanzamiento en 1999, QuikScat mide la velocidad, dirección y fuerza de los vientos superficiales de los océanos de todo el mundo. Estos datos sirven para prever tormentas y mejorar los modelos de predicciones meteorológicas. Ahora quieren utilizar estos datos para conocer los lugares más adecuados para transformar la fuerza del viento en electricidad.
Además, está desarrollada la tecnología necesaria para aprovechar los vientos oceánicos. Es más, algunos de estos parques ya están en marcha y, según los investigadores de la JPL, son mejores que los de tierra, por un lado porque los vientos oceánicos son más fuertes y estables que los de tierra, y por otro, porque generan menos impacto ambiental.