Un trabajo reciente resucita el debate
Una reciente publicación en la revista especializada Trends in Ecology & Evolution ha resurgido un antiguo debate. Los autores del trabajo son los investigadores Presgraves y Yi, que si bien en el título indican la duda (Doubts about complex speciation between humans and chimpanzees), concluyen en el artículo que la distribución entre la especie humana y los chimpancés fue compleja. Es más, según ellos, en los primeros tiempos de separación de ambas especies se produjo un cruce.
No es la primera investigación que llega a estas conclusiones. Por ejemplo, en 2006, en la revista científica Nature, el investigador Reich del Instituto Broad de Cambridge y su equipo de trabajo publicaron los resultados del estudio de los genomas de seis especies de primates. Según ellos, la distinción entre los antepasados humanos y las especies más cercanas a nosotros no fue clara.
Comparados con Genoma, se observó que el ADN de seres humanos y chimpancés tardó más de 4 millones de años en separarse, siendo el cromosoma X el más joven. A partir de los datos, se propuso que la separación se produjo en dos turnos: la inicial, en la que se produjo el cruce y la definitiva, quedó entonces definido el cromosoma X.
Muchos científicos no estuvieron de acuerdo con la interpretación de los resultados. Según ellos, el hecho de que las poblaciones de la época sean grandes puede explicar que el tiempo de distribución genética sea tan largo. Sin embargo, esto no explicaría por qué el cromosoma X es más joven que el resto.
Presgraves y Yi tienen una explicación. Según ellos, la clave puede estar en "diferencias en la promiscuidad de las hembras de cada especie". Las hembras de chimpancé son muy promiscuas, menos mujeres, y menos gorilas. Así pues, los chimpancés machos compiten entre sí por la hembra, y por ello tienen más espermatozoides y testículos que las otras dos especies. Esto significa que los espermatozoides suelen tener más ciclos de distribución, por lo que el ADN tiene más mutaciones en la atención que en las hembras.
Dado que las hembras tienen dos cromosomas X y uno solo los machos, la evolución de este cromosoma es más lenta en las hembras que en los machos. En los cromosomas no sexuales no hay diferencias. Si analizamos la frecuencia de las mutaciones, X saldrá más joven que el resto, lo que puede ser la explicación de los resultados del estudio de Reich.
Sin embargo, Reich no está de acuerdo. Ha reconsiderado los datos que obtuvo en su investigación y no ha encontrado pruebas a favor de lo que Presgraves y Yi proponen. El debate sigue abierto.