Anne Chandley y Howard Cook, una de las directoras británicas, han identificado en el cromosoma Y una decena de genes que provocan esterilidad masculina. Los investigadores tratan de comprender mejor por qué se produce la azoospermia o falta de espermatocito, para luego conseguir anticonceptivos masculinos.
Otra aplicación controvertida de la investigación sería la recuperación genética de la esterilidad, pero eso sería la manipulación del patrimonio genético de la especie humana y la ética genera grandes controversias.