Los chimpancés son los parientes más cercanos al ser humano. Ambos han considerado que hasta la fecha se repartieron entre los 5 y 7 millones de años, lo que tuvo mucho que ver con el cambio climático que se produjo en el este de África. Según la hipótesis aceptada, el paso del bosque a la sabana impulsó la evolución de los homínidos.
Sin embargo, el análisis realizado ahora por un gran grupo de investigación internacional ha puesto en cuestión estas hipótesis. Los resultados han sido publicados en la revista PLOS ONE en dos artículos. En el primer artículo se ha publicado el estudio de dos pistas del hominino Graecopithecus freybergi: Parte de la mandíbula inferior encontrada en Grecia y un tejo superior y anterior hallado en Bulgaria. A través de la tomografía computerizada han demostrado que las raíces de la vagina tienden a unirse y están parcialmente fusionadas.
Esta característica se considera específica de homínidos, como los de los géneros Ardipithecus y Australopithecus. Y hasta ahora, los fósiles más antiguos que contenían este tipo de pines se han encontrado en África. Sin embargo, se han encontrado en Europa y son aún más antiguos: Calculan alrededor de 7,2 millones de años
En el otro artículo, Graecopithecus freybergi hominino narra el clima y el medio en el que vivían. Según los investigadores, y basándose en los fitolitos que han encontrado, con la formación del desierto en el norte de África se formó el sabana en Europa.
Esta hipótesis coincide además con los fósiles de los animales encontrados: gacelas, antílopes, jirafas y rinocerontes. En su opinión, este entorno favoreció la división entre seres humanos y chimpancés. También han llamado la hipótesis: North Side Story (historia del norte), es lo que llaman East Side Story a la hipótesis de que el hombre nació en el este de África.