El estudio ha sido publicado en la revista PNAS y según él, la primera fase es la más ardita. Aquellos primeros seres humanos vivían en los árboles y a veces andaban por los dos pies. En la segunda fase están los australopitecos, que eran bípedos, aunque tenían habilidad para moverse por los árboles. El tercero es el hombre más arcaico. Dentro de esta fase se encuentra el Homo erectus, en el que también se han incluido los humanos del Osin Óseo. En comparación con los anteriores, eran más altos, con cuerpos amplios y fuertes. Por último, en la cuarta fase estaría el hombre moderno, alto y esbelto.
Los investigadores han destacado que los fósiles del Osín Óseo han contribuido de manera importante a esta clasificación. De hecho, son neandertales y anteriores al hombre moderno (tienen unos 430.000 años) y constituyen la mayor colección de esqueletos de la época. Por lo tanto, han podido analizar bien sus características.
Asier Gomez-Olivencia ha sido uno de los investigadores que ha participado en la investigación. Ikerbasque es investigador del Departamento de Estratigrafía y Paleontología de la UPV-EHU y, de hecho, ha aclarado que la descripción anatómica se ha realizado íntegramente en dos especies: la nuestra y las neandertales. Y ha dado la razón: “Hasta ahora no se han encontrado fósiles que contengan todas las partes anatómicas de los homínidos más antiguos que los de la Osina Ósea”.
Junto a ello, Gomez-Olivencia ha confirmado que la clasificación está basada en las características morfológicas de los esqueletos post-craneales (por debajo del cráneo): “De hecho, el ADN más antiguo tiene 430 mil años y el homínido fósil tiene más de 4 millones de años (Australopithecus anamensis 4,2; Ardipothecus ramidus 4,4; Orrorin 6 y Sahelanthropus 7). La clasificación no es taxonómica o filogenética, para ello utilizamos otras herramientas. De alguna manera, lo que hemos hecho ha sido clasificar los diferentes tipos de cuerpos en cuatro grandes grupos”.
Gomez-Olivencia advierte que la clasificación no es una escala escalonada. “Por ejemplo, los géneros Homo y Paranthropus son de la misma cronología y tienen cuerpos muy diferentes.”
En cuanto a los neandertales, los investigadores los han situado en la tercera fase. Además, han subrayado que tenían unas características específicas y que algunas de ellas también se pueden notar en los humanos del Osín de los Huesos. Según Gomez-Olivencia, esto coincide con lo que dijeron el año pasado en un artículo publicado en la revista Science. Este artículo se basaba en la morfología de los cráneos, y entonces afirmaron que la morfología característica fue apareciendo poco a poco. “Ahora, analizando el esqueleto post-craneal, hemos llegado a la misma conclusión”.