Aunque las dos células que forman un embrión humano de un día parecen iguales, han demostrado que la mayor parte del cuerpo humano procede de una de ellas. Adelantan que este descubrimiento puede ayudar a rebobinar la tasa de éxito de la fecundación in vitro.
El estudio se ha publicado en la revista Cell. Se explica que desde la fecundación del óvulo por parte del espermatozoide se ha hecho un seguimiento del cigoto y, utilizando técnicas no invasivas, se ha estudiado en cada escisión qué parte va a formar epiblasto (cuerpo), qué hipoblasto (saco vitelino) y qué trofoectodermo (placenta).
Así, se ha demostrado que la mayoría de las células epibásticas proceden de una sola célula del embrión de dos células. Es más, han visto que sólo una de cada tres células se introduce al pasar del embrión de 8 celulas a 16 celulares, y que estas células penetran provienen de la primera célula que se distribuye en el embrión de dos células.
Los investigadores consideran que este proceso asimétrico es clave para la formación del cuerpo humano. Por tanto, si se considera esta asimetría desde el principio, es posible que aumente la tasa de éxito de la fecundación in vitro, ya que hasta ahora no se ha tenido en cuenta que las células del embrión son tan diferentes desde el principio.