Las células hepáticas maduras y normales se reproducen tras su introducción en otra y el hígado afectado puede llegar a un funcionamiento bastante normal. Es lo que ha conseguido un grupo de médicos de Filadelfia en Estados Unidos en sus ensayos con ratas.
Este hallazgo abre las puertas al tratamiento de la hepatitis y se espera que con células hepáticas modificadas genéticamente se pueda curar la anomalía existente en el metabolismo hepático.