Los neurólogos saben desde hace tiempo que cada hemisferio del cerebro humano responde de forma diferente a los músicos y a las palabras, pero estaba por qué esto sucede. Según investigadores de la Universidad de McGill (Canadá), la percepción depende de la información acústica presente en el estímulo: la percepción de las palabras se basa en la capacidad de procesar modulaciones temporales cortas. En cuanto a la percepción de la música, lo más importante es el espectro de sonidos. Los científicos han grabado 100 frases cantadas a capella y, posteriormente, han distorsionado las grabaciones en dos dimensiones sonoras, cambiando el espectro y el tiempo. Han ofrecido sonidos a 49 personas, pidiendo que en esas grabaciones se diferenciaran palabras y melodías. En el experimento han intercalado hablantes ingleses y franceses. En ambas lenguas se ha dado el mismo resultado: en los casos en los que el tiempo ha sido distorsionado, los oyentes han notado la melodía, pero no han entendido las palabras. Cuando han distorsionado el espectro les ha ocurrido lo contrario: han entendido las palabras pero no han percibido la melodía al sonido.
Mientras escuchaban estas melodías, a los cerebros de los participantes se les han tomado imágenes de resonancia magnética, donde se ha confirmado que en la corteza auditiva izquierda se procesa el habla y en la derecha la melodía.