En un proyecto europeo coordinado por Tekniker, se utilizará el bisulfuro de molibdeno y el bisulfuro de wolframio para proteger las superficies contra la fricción. Estos compuestos serán utilizados con forma esférica, es decir, convertidos en fulerenos.
De hecho, las esferas de estos compuestos, al igual que las cebollas, contienen capas que actúan como nanocojinetes entre superficies en contacto. De esta forma se consigue, por un lado, mejorar el coeficiente de fricción entre superficies y, por otro, reducir el desgaste de los materiales. Hasta ahora no se ha conseguido, ya que las estrategias se orientaban a mejorar únicamente uno de estos dos aspectos.
El objetivo es aplicar los fulerenos en tres campos: superficies duras, pinturas y lubricantes. Por citar un ejemplo, la incorporación de fulerenos en las pinturas utilizadas para pintar aviones facilita el deslizamiento del agua sobre la superficie del avión y evita la formación de hielo que genera tantos problemas.