En Europa y en muchos pueblos del mundo, las tortugas de Florida (Trachemys scripta elegans) son muy compradas para que la gente las tenga en casa. Últimamente han crecido mucho y se ha considerado que no causan daños. Pero en la práctica ocurre otra cosa. Muchas de estas tortugas se dejan en el río o en el lago cuando el dueño se aburre y se convierten en depredadores de la fanuna acuática rompiendo el equilibrio del ecosistema.