Las tortugas marinas vuelven a las playas donde nacieron para desovar. Aunque estén a cientos o a veces a miles de kilómetros, encuentran el camino a casa. Los científicos han podido conocer cómo se desenvuelven en estos largos viajes: las tortugas marinas utilizan los campos magnéticos que rodean la Tierra para volver a casa.
Para viajar por los océanos utilizan el mapa magnético de ambas coordenadas, la intensidad y los ángulos de las inclinaciones magnéticas. La “brújula neurológica” permite detectar los cambios de intensidad e inclinación que se producen en los campos magnéticos y redefinir su posición respecto a la Tierra. Las tortugas marinas no necesitan señales de tráfico y encuentran el camino a casa sin equivocarse. Todos tenemos mucho que aprender de ello.