Los ministros reunidos el pasado mes en Bruselas aprobaron para la Agencia Espacial Europea, la ESA, un presupuesto de 2.103,2 millones de euros para el período 1999-2002. Más de la mitad de esta cantidad, 1.460,8 millones de euros, será utilizada por la ESA para desarrollar su proyecto científico. De acuerdo con el presupuesto aprobado, el programa de investigación en microgravedad, denominado EMIR-2, tendrá continuidad, se subvencionará el programa del cohete Ariane-5 Plus y avanzará la segunda fase de desarrollo de la Vega lanzadora.
Por otro lado, en el proyecto científico hay un par de proyectos a destacar. Por un lado, iniciar los trabajos de elaboración de la sonda Mars Express para su envío a Marte. Por otro lado, la decisión de poner en marcha el programa Living Planet para recoger datos sobre la Tierra y el medio ambiente.
Finalmente, los ministros que forman parte de la ESA también aprobaron un cierto cambio de política, dando más responsabilidad a la industria aeroespacial y colaborando con otras organizaciones como la Unión Europea. De hecho, los reunidos en Bruselas señalaron que, con el origen militar de los sistemas actuales y la creciente importancia de la navegación por satélite, Europa necesita de un sistema propio e independiente, sin límites que puedan establecer Estados Unidos o Rusia.