Los pájaros suelen nacer en primavera, pero este trabajo es un trabajo arduo para sus padres, ya que en el nido tienen que ponerse, incubar y criar a sus hijos. El Amilotx azul es un claro ejemplo de ello. La hembra pone entre nueve y doce gramos de huevo (es decir, doce gramos o la cantidad total que pesa! ). Luego hay que alimentar a todas las crías, aportando quince veces por hora. Los factores genéticos y el clima para elegir el momento de la puesta tienen que ver con la abundancia de alimentos.
Para demostrar este último, Paul Isenmann y sus compañeros del Centro Ecológico de Montpellier realizan un curioso ensayo. Para ello han adoptado dos robledales a cuatro kilómetros, es decir, con el mismo clima, pero uno con hojas perennes verdes y otro con hojas blancas caducas. En el robledal blanco la mayor parte de la hierba se produce tres semanas antes que en el robledal verde y los amilotx azules de robledal blanco han tenido su puesta ocho días antes que los de verde. Además, las hembras de robledal verde ponen menos huevos.
Otro ensayo que se llevó a cabo fue tomar como muestra diez de cada cincuenta hectáreas y colocar puntos de alimentación en ellas. En la zona donde se colocaron los alimentos ya se había quemado. Al año siguiente los alimentos se trasladaron y lo mismo sucedió.
Durante trece años, la prosperidad alimentaria influye en la puesta para que puedan disponer de los mayores recursos para el crecimiento de las crías.