Una empresa francesa ha anunciado su intención de construir una nueva planta de 60 millones de francos para tratar los residuos hospitalarios. Los residuos hospitalarios se queman a 850ºC en hornos de uso común.
Esta temperatura se ha considerado adecuada ya que las bacterias más resistentes al calor tampoco superan los 400 ºC. En esta planta se construirá un horno con quemadores de plasma para que la combustión se produzca a una temperatura de 1.600 ºC.
¿Cuál es el motivo por el que se recurre a temperaturas tan altas si no es necesario y los costes son más altos? La empresa que quiere poner en marcha el horno opina que la gente se angustia mucho sobre el futuro de los residuos del hospital, por lo que es mejor calcinar que fumar, por decirlo de alguna manera. Otros no lo consideran adecuado, ya que los quemadores convencionales no consumen electricidad y los de plasma tienen un consumo de 4.000 kWh. Por otra parte, los gases generados en ambos casos deben ser filtrados antes de ser evacuados.
El nuevo quemador, denominado Plasmapole, ha sido desarrollado por la compañía aeroespacial francesa y consideran que los últimos restos que se obtienen con este sistema son más estables y seguros que los obtenidos con el uso de quemadores convencionales.