La investigación de los combustibles que van a pasar por el petróleo y el carbón ha sido el reto de este fin de siglo.
La energía solar, la energía eólica o la energía eléctrica son las fuentes en las que está presente el metano, una molécula compuesta por 4 átomos de hidrógeno y un solo átomo de carbono, lo que permite quemar el metano sin aumentar el efecto invernadero, ya que en los ríos se generan pocos óxidos de carbono (IV).
La diferencia entre las palabras y los hechos es que para quemar metano se necesitan temperaturas muy altas (alrededor de 1.300ºC) y a esas temperaturas se generan óxidos de nitrógeno que provocan la lluvia ácida. Evitar un problema y crear otro. Pero la solución podría estar abierta: Una compañía estadounidense ha encontrado la forma de reaccionar a 400 ºC utilizando un catalizador basado en el bario.