Con una parálisis motriz total han conseguido crear una interfaz de comunicación con personas que mantienen sus capacidades cognitivas y emocionales. Ha sido desarrollado por investigadores de la Universidad alemana de Tübingen y ha afirmado que puede ser una gran ayuda para pacientes con capacidad de comunicar sus pensamientos.
La investigación se ha llevado a cabo con personas que padecen el Síndrome de Cribado Interno (también conocido como sasikoma). Estas personas se ven interrumpidas por la comunicación entre la columna y el cerebro como consecuencia de una lesión grave y no pueden mover los músculos de su cuerpo. Ni los participantes ni los ojos podían moverse. De todas formas, mantienen la conciencia y la capacidad de pensar.
La nueva técnica ha permitido realizar preguntas e identificar las respuestas si/no del paciente. Les han hecho preguntas personales como “¿Su marido se llama Joachim?”. Todos ellos han respondido y han respondido correctamente al 70%.
Los investigadores han reconocido que inicialmente quedaron sorprendidos con las respuestas de los pacientes. Durante varias semanas se les preguntaron y tras preguntarles si eran felices, la mayoría de las veces respondieron que sí, a pesar de que vivían en esta situación extrema. En un caso, la familia preguntó al paciente si quería que su hija se casara con su novio Mario, y en nueve de cada diez respondió que no.
El estudio, publicado en la revista PLOS Biology, revela que el dispositivo mide los niveles de oxígeno de la sangre cerebral y la actividad eléctrica del cerebro. Para ello utiliza una combinación de espectroscopía de infrarrojo cercano y electroencefalografía. Hasta ahora se ha utilizado alguna interfaz para mejorar la comunicación, pero la única que ha sido útil para comunicarse con personas con cierto grado de parálisis ha sido la basada en la espectroscopía de infrarrojos cercana.
De momento sólo han probado con cuatro pacientes, por lo que los investigadores consideran necesaria la participación de más pacientes en el desarrollo del sistema. Sin embargo, tienen claro que podría servir para facilitar la comunicación con las personas que se encuentran en forma y que el primer paso para empezar a recuperar el movimiento puede ser la forma de comunicar.
Hace dos años entrevistamos al neurocientífico que investiga en este grupo, Ander Ramos, cuando recibió el premio Walter Kalhkhofe-Rose. Entrevista aquí.