Eppur si dónde muove

Galileo estaba recto. Así lo ha declarado el Vaticano. El proceso inquisitivo que sufrió Galileo Galilei en 1633 obligó a rechazar su teoría heliocéntrica. Galileo sabía que no podía resistirse y, tras hacer el reconocimiento que la Inquisición había solicitado, dijo “eppur si muove” (“aunque se mueve”).

Galileo Galilei.

Han pasado 359 años y el Vaticano ha reconocido finalmente que la teoría de Galileo era correcta. La decisión ha sido tomada por una comisión creada en 1979 por la Academia Pontificia de Ciencias.

Según la decisión, Galileo tenía razón, pero la Inquisición también actuó de “buena fe”. Es más, el hecho de que Galileo no haya tenido pruebas más claras indica que legitima el comportamiento de la Inquisición. En definitiva, en una mano sólo tenían la descripción de la creación genérica y en la otra el razonamiento de Galileo. Entre ambos, y dado que las pruebas de Galileo no eran del todo seguras, no tuvieron más remedio que apostar por la ortodoxia. Es lo que ha resuelto la comisión.

Para muchos la Iglesia Católica ha perdido la oportunidad histórica, porque siguiendo el razonamiento que han utilizado, la única solución de la ciencia es actuar de blanco a negro o viceversa. Si no hay otra manera de cuestionar lo que dice la ortodoxia que presentar argumentos duros y pruebas concluyentes, difícilmente se puede avanzar en cualquier campo del conocimiento. Hemos estudiado teoría heliocéntrica, pero no parece que hayamos adquirido ninguna otra forma de aprendizaje. ¡No al menos las Iglesias! En esta ocasión “eppur si non muove” diría Galileo en voz baja.

Babesleak
Eusko Jaurlaritzako Industria, Merkataritza eta Turismo Saila