Las investigaciones realizadas en el yacimiento de la cueva de Tarofalt, en Marruecos, han puesto de manifiesto que, incluso antes de la creación de la agricultura, los alimentos de origen vegetal eran básicos en la dieta de los humanos que allí habitaban. El yacimiento, de hace unos 12.000-15.000 años, contiene fósiles de cerca de 80 humanos, restos de una gran cantidad de fauna y varios murales, entre ellos pinturas que representan la caza de avestruces.
En la investigación actual, los habitantes de Taforalt han querido saber qué comían. Para ello, se han analizado los isótopos de zinc y estroncio del esmalte dental humano, así como los aminoácidos de los restos humanos y faunísticos. También se han encontrado restos arqueobotánicos: bellotas, piñones y legumbres salvajes.
Los investigadores concluyen que la dieta de estos cazadores-recolectores tenía bastantes plantas mediterráneas. Y también han sugerido que introducían en la alimentación de los niños comida de origen vegetal, si es necesario, para ayudar a dejar el pecho.
Según los investigadores, los resultados son muy útiles para conocer mejor la transición entre cazadores-recolectores y agricultores y para tener una visión más completa de la evolución humana.