Una investigación publicada en la revista Analytical Chemistry afirma que la línea negra que adornaba los ojos de los egipcios les ayudaba a protegerse de las enfermedades oculares.
Para llegar a esta conclusión, varios químicos del CNRS francés analizaron el maquillaje de algunas obras de arte del Museo del Louvre de París. En el maquillaje encontraron dos sales de plomo no naturales sintetizadas por los propios egipcios. Se pensaba que el plomo tenía la capacidad de curar enfermedades.
En un principio esto provocó la sorpresa de los químicos. De hecho, al ser el plomo tóxico, estos compuestos pueden considerarse nocivos para la salud. Así, los químicos franceses analizaron la influencia de estos compuestos en las células y observaron que la producción de óxido nítrico aumenta considerablemente. El óxido nítrico estimula el sistema inmunitario contribuyendo así a combatir las bacterias causantes de infecciones oculares.