Las bacterias Shigella son las que entran en el intestino y provocan disentería. La limpieza es la mejor vacuna contra la enfermedad y el tratamiento es antibiótico. Para los países del Tercer Mundo, que son los que más sufren la disentería, es difícil el primero y muy caro el segundo. Sin embargo, los investigadores del Instituto Pasteur de París han conseguido la vacuna contra la bacteria Shigellia flexeri. El gen que las bacterias utilizan para introducirse en las células ha sido identificado y transformado en los distintos especímenes que la forman.
De este modo, las bacterias no pueden pasar de una célula a otra ni sobrevivir. La vacuna ha sido probada en Estados Unidos con personas voluntarias y ninguna persona ha contraído la enfermedad una vez inyectada la infección. Ventajas de la vacuna: se administra en una sola dosis por vía oral y cuesta menos de medio dólar por unidad. En la actualidad se están realizando pruebas en zonas infecciosas, pero todavía queda por descubrir la protección contra las otras dos formas de Shigella. El objetivo es conseguir una vacuna única para las tres bacterias.