Hacia el desarme nuclear, huyendo de negocios oscuros

El plutonio ruso vuelve a ser noticia. El pasado verano el tráfico ilegal de plutonio lanzó la situación de las centrales nucleares rusas. Los investigadores occidentales decían que las reservas de plutonio que se acumulan al alcance de cualquier persona y sin ningún control, ofrecen en esta época una oportunidad única para negocios oscuros. Con el objetivo de dar solución a ello, los Gobiernos de Alemania y Rusia firmaron un convenio de colaboración para dar otro uso al plutonio en armas nucleares.

El Gobierno ruso ha anunciado que sus investigadores han desarrollado la tecnología para convertir el plutonio de las armas nucleares en combustible y que estará disponible en breve.

Ya se conocen los primeros resultados del acuerdo de colaboración. El Gobierno ruso ha anunciado que sus investigadores han desarrollado la tecnología para convertir el plutonio de las armas nucleares en combustible y que estará disponible en breve. En la planta experimental que se construirá en Rusia, el óxido de uranio y plutonio se mezclará para obtener el nuevo combustible denominado MOX. Analizando la composición del combustible se puede afirmar que el uso del plutonio será elevado. En este sentido, cree que el Gobierno ruso podrá destinar el plutonio que tiene en los almacenes a usos civiles.

La idea de que los óxidos de ambición, uranio y plutonio se conviertan en combustibles no será una tarea sencilla. Se deberá utilizar la tecnología adecuada y para ello contarán con la colaboración de la empresa alemana Siemens. En cualquier caso, la búsqueda de fuentes de financiación del proyecto será el reto más importante. La organización ecologista Greenpeace denuncia que el combustible MOX no evitará el problema del tráfico plutónico, sino que lo ocultará mediante modelos comerciales.

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