Buen bailarín

La
bailarina ligera de la imagen superior no es Nureiev ni Antonio, por supuesto. Y por supuesto, no está bailando el Lago de los Cisnes. El Basilisco, un pequeño animal en forma de lagarto (Basiliscus basiliscus es su nombre científico exacto), y los científicos estudian puede correr sobre el agua. Para ello, un equipo de investigadores de la Universidad de Harvard ha tenido que viajar a Costa Rica, donde reside nuestro amigo.

Originario de Costa Rica, se llama basilisco. Los investigadores de Harvard están viendo correr el agua y descubriendo las causas de este extraño fenómeno. Nuestro amigo utiliza un sistema simple y eficaz, como se muestra en la imagen, para realizar a toda velocidad los desplazamientos sobre el agua.

Un gran bailarín y corredor que parece no hundirse con un efecto similar al de los lubricantes de aire. Las piernas son muy rápidas y entre el pie y la superficie del agua se forma un cojín de aire. La diferencia de presión entre la superficie de agua y el aire permite no hundir la basílica. A esta conclusión han llegado los investigadores descomponiendo y reconstruyendo los desplazamientos de la basílica en secuencias de imágenes. El siguiente paso de esta investigación es analizar si el lector, el ser humano, puede o no realizar fenómenos similares.

Y es que, basándose en el mismo sistema que utiliza el basilisco, ¿conseguirá el hombre correr por su cuenta sobre el agua? Dicen que sí, pero para ello el corredor de 80 kg debería circular a 30 metros por segundo. Y mientras tanto, sin preocuparse de esos cálculos, el buen bailarín de basilis se encuentra ahí, poniendo de manifiesto nuestras incapacidades.

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