Ante la infección por SARS-CoV-2, el organismo genera anticuerpos frente al virus. Sin embargo, un estudio revela que los pacientes que desarrollan COVID-19 grave y terminan en el hospital, además de los anticuerpos, generan autoanticuerpos, que es la causa del desarrollo del COVID-19 grave. De hecho, al igual que en las enfermedades autoinmunes, estos autoanticuerpos actúan contra los anticuerpos que se enfrentan al virus y los bloquean. Así, no pueden hacer frente a la infección y los virus se propagan cada vez más en el cuerpo.
La investigación se ha llevado a cabo en la Universidad de Stanford y han advertido que estos autoanticuerpos, además de desarrollar el COVID-19 grave, pueden provocar en el futuro que los pacientes desarrollen una verdadera enfermedad autoinmune. Es decir, aunque sea curado, puede tener consecuencias futuras. Los investigadores aún no tienen toda la certeza de ello, primero tendrán que aclarar cuánto tiempo se mantienen los autoanticuerpos en el organismo.
Respuesta inflamatoria alta
Además de los autoanticuerpos, los pacientes también han medido anticuerpos contra las citoquinas. Las citoquinas son proteínas secretadas por células inmunitarias que comunican las células entre ellas y que coordinan la estrategia para combatir la infección. El 60% de los pacientes que han estado hospitalizados han desarrollado anticuerpos contra las citoquinas, y los investigadores creen que puede deberse a una sobrecarga del sistema inmunitario por infección prolongada. Como estos anticuerpos bloquean las citoquinas, éstas no pueden activar las células inmunitarias, lo que permitirá al virus ampliar su difusión en el organismo.
Los investigadores también han tenido en cuenta la posibilidad de que a medida que se prolonga la infección, el sistema inmunitario vea más partículas del virus, no sólo la proteína S inicial. Si alguna de estas partículas virales se asemejara a proteínas humanas, ésta podría ser otra opción para la formación de autoanticuerpos. Los resultados han sido publicados en la revista Nature Communications.
Los investigadores han afirmado que todo esto es un argumento más a favor de la vacunación. De hecho, las vacunas contra el covid-19 contienen una única proteína del virus, por lo que hay menos posibilidades que en una infección común de mezclar el sistema inmunitario con otras partículas virales para formar autoanticuerpos. Un estudio ya ha demostrado que los vacunados en Pfizer no desarrollan autoanticuerpos.