COVID-19: bajo riesgo en playas, piscinas y ríos

Galarraga Aiestaran, Ana

Elhuyar Zientzia

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Playa de Zarautz. Ed. Ana Galarraga en Aiestara

A pesar de que todavía se han realizado pocos estudios sobre la transmisión del virus SARS-CoV-2 en las zonas acuáticas, el Consejo General de Investigación de España (CSIC) ha elaborado un informe sobre el riesgo que puede suponer la realización de actividades de ocio en dichas zonas, basándose en las evidencias disponibles.

El informe analiza las playas, las piscinas y algunos medios de agua dulce (ríos, lagos, charcas, etc.) y concluye que, en principio, estos espacios no son propicios para la supervivencia y la transmisión del virus. El mayor riesgo sería la congestión.

Según han explicado, hay que tener en cuenta que en el agua el virus se diluye, por lo que aunque el virus llegue al agua, la concentración que un nadador o bañista hubiera introducido hubiera sido nula. En piscinas, sauna, etc. se utilizan además productos específicos antipatógenos, mientras que en el mar la sal tampoco le beneficiaría. Por el contrario, en los ríos y otras zonas de agua dulce el virus puede durar más tiempo sin destruirlo, por lo que hay que tener cuidado en aquellas zonas en las que el efecto de la dilución es menor (pequeños pozos), especialmente si son utilizadas por mucha gente.

La radiación solar y el calor también dañan el virus. De hecho, el tipo de radiación (UV C) más nociva no llega al suelo, ya que es absorbida por el ozono atmosférico. Pero añadiendo todas las variables, no se considera que las arenas de las playas y de la orilla del río tengan riesgo de transmisión del virus. Asimismo, se advierte de que no es necesario desinfectar estos lugares y que, en caso de hacerlo, se deben utilizar sustancias que no perjudiquen al medio ambiente.

Eso sí, los aerosoles que provocan las olas al explotar pueden ser los adecuados para transportar el virus. Por ello, se recomienda dejar una distancia de la orilla superior a 2 metros. Sin embargo, las principales organizaciones sanitarias no han informado de que la brisa marina pueda contribuir a la transmisión del SARS-CoV-2, algo que no se ha visto con otros virus.

 
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