Elhuyar Fundazioa
Físico francés que entró en Angulema el 14 de junio de 1736. De joven se incorporó al Ejército como ingeniero y fue enviado a trabajar a instancias suyas a las Indias occidentales (isla de Martinica). Allí trabajó durante nueve años en la construcción del fuerte denominado Fort Bourbon.
Regresó de las Indias y abandonó el ejército. Para entonces tenía una afición a la ciencia en su interior y empezó a experimentar. Cuando estalló la Revolución Francesa, decidió retirarse al pueblo de Blois para seguir trabajando allí. Su retirada en política le permitió pasar un poco tranquilo el Terror de la Revolución.
Para entonces era famoso como científico. En 1777 publicó por un lado su primer trabajo titulado “Estudios para la fabricación óptima de agujas imanadas”, y por otro lado inventó la balanza de torsión ese mismo año. Esta balanza medía con precisión la fuerza ejercida con la torsión que se producía en la fibra fina y rígida. Al ser el peso la fuerza que ejerce la gravitación sobre un cuerpo, se podía utilizar para pesar la balanza de torsión.
La verdad es que el geólogo inglés John Michell ya había inventado una balanza similar, pero Coulombe no sabía y realizó sus trabajos de forma independiente. Coulomb utilizó su balanza de precisión en ensayos de electricidad. Ponía una pequeña esfera cargada eléctricamente a distintas distancias frente a otra pequeña esfera cargada y con su balanza medía la fuerza de repulsión o atracción (en función de que las cargas eléctricas fueran iguales o contrapuestas).
Así, en 1785 pudo informar de su ley: la fuerza eléctrica de repulsión o atracción, era directamente proporcional al producto de las cargas eléctricas que tenían las esferas y inversamente proporcional al cuadrado de la distancia entre centros de cargas. La ley de Coulomb, por tanto, significa que las fuerzas de atracción eléctrica son similares a las encontradas por Neuwton para la gravitación. Dado que en el átomo también hay cargas eléctricas positivas y negativas, la ley de Coulomb es de vital importancia en sus fuerzas de atracción y repulsión.
Priestley, por su parte, llegó a estas conclusiones unos años antes y Cavendish también, pero Cavendish nunca publicó sus descubrimientos y se conocieron a los cincuenta años de su muerte. Sin embargo, Coulomb publicó sus descubrimientos en “Mémoires de l’Académie royale des sciences (1785-1789)”.
Coulomb también publicó en 1779 el trabajo titulado “Teoría de máquinas simples”, en el que analizaba los problemas de fricción.
En 1789 estudió la influencia del campo magnético de la Tierra en la aguja imantada, inventando el concepto de momento magnético y la teoría de la polarización.
En honor a Coulomb, la unidad de carga eléctrica lleva su nombre.
Charles Augustin Coulomb murió en París el 23 de agosto de 1806.