El último acto del programa Plaza de la Física ha tenido lugar en la sede del CERN en Ginebra. No hay mejor opción. Se ha mencionado como el laboratorio más potente del mundo. Los experimentos desarrollados en él tienen como objetivo reproducir las condiciones físicas en las que nació el universo. Para ello cuentan con un gran acelerador de partículas en Ginebra. Se trata de un túnel de veintisiete kilómetros para poner las partículas a alta velocidad y hacerlas chocar entre sí.
De hecho, Ginebra quiere cerrar el acelerador utilizado hasta la fecha por CERN, denominado LEP, y construir otro nuevo, denominado LHC. Y mientras la OPE estaba cerrada, en los últimos años se han capturado los restos de la partícula más buscada. Naturaleza de esta partícula, del bosón Higgs, Gerardus 't Hooft y Martinus J. G. Veltman fue anunciado por físicos holandeses como resultado de cálculos teóricos. Por estos trabajos se les otorgó el Premio Nobel de Física de 1999. Debido a estos experimentos de los últimos días se ha discutido mucho sobre la necesidad o no de cerrar el acelerador LEP. Finalmente, CERN ha decidido cerrar y los físicos que tratan de atrapar a la partícula Higgs también han tenido que esperar al nuevo LHC.