La vikuina, un pequeño primo lejano de la lama, estaba desapareciendo hace unos años por la excesiva caza de indios y traficantes de cuero. Hace dieciséis años sólo quedaban 8.000 bikuinas. El gobierno peruano abrió una estricta prohibición de la caza en todo el pueblo.
Paralelamente, la World Wildlife Fund puso en marcha una operación de conservación del animal. El objetivo principal fue cambiar ciertas costumbres de los indios. Siguiendo la tradición inca, los indios mataban a las vikuinas, en lugar de conformarse sólo con cortar el pelo.
La operación ha sido un éxito y en la actualidad se estima que hay 120.000 bikuinas.