La situación cardiopulmonar es mejor predictiva para prevenir enfermedades cardiovasculares y riesgo de muerte que el índice de masa corporal (IMC). Así lo han deducido por metanálisis en un artículo de la revista British Journal of Sport Medicine. En concreto, se ha observado que, en el mismo estado cardiorrespiratorio, los riesgos son los mismos independientemente del IMC en el que se encuentren. Así, para prevenir o tratar las enfermedades asociadas a la obesidad, proponen modificar el foco y tener en cuenta la mejora de la salud cardiopulmonar, en lugar de poner todo el esfuerzo en perder peso a través de la dieta.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores han realizado una revisión de 20 estudios que sumaban casi 400.000 observaciones. Los investigadores han advertido de que la mayoría de los participantes eran de países del Cáucaso y de países occidentales. Sin embargo, el porcentaje de mujeres ha sido superior al de los estudios realizados hasta ahora (33%) y sigue siendo la revisión más exhaustiva realizada hasta el momento.
Así, los resultados se han considerado muy útiles para la revisión de las estrategias contra las enfermedades asociadas a la obesidad. De hecho, la prevalencia de la obesidad está aumentando, así como el impacto económico asociado a la obesidad. Asimismo, la estrategia de adelgazamiento fracasa con muchos individuos. La investigación considera probado que la situación cardiopulmonar es mejor pronóstico que el IMC, tanto para padecer enfermedades cardiovasculares como para morir por cualquier causa. Por lo tanto, se sugiere que sería conveniente investigar el efecto de la mejora de la situación cardiopulmonar en los efectos asociados a la obesidad, a la vez que se realiza la dieta, y únicamente en comparación con la dieta.