Los investigadores Alan Chow, Gholam Peyman y José Pulido han introducido ya en los ojos de varios pacientes las redes artificiales sintetizadas.
La red artificial de silicio (ASRTM) es más fina que el grano de pelo y está formada por 3.500 fotovoltaicas celulares microscópicas. Las células transforman la luz en una quinada eléctrica, es decir, actúan como fotorreceptores naturales que las personas cegadas están dañadas. Los fotorreceptores artificiales se han utilizado para pacientes con enfermedades como la retinitis de pigmentos y las primeras fases han sido exitosas.
En la Universidad Illinois del Chicago Medical Center se instalaron las retinas mencionadas a 3 personas: hacer un agujero en el ojo de diámetro de la aguja, sacar la sala que tenemos en el centro del ojo, sustituirla por una solución de sal y colocar el chip detrás de las pestañas. Los enfermos estaban 24 horas después en casa y el ojo estaba formado a los dos días.
Por el momento sólo se está demostrando la seguridad y eficacia del sistema, por lo que a los pacientes se les ha colocado un chip inferior al necesario en un lateral de la pestaña. No obstante, se espera que en un mes la zona afectada recupere parcialmente la visión. En el caso de que los ojos acepten implantes, se aplicarán chips más grandes a los pacientes y se estima que los que se encuentran en la fase final de la retinitis pigmentaria recuperarán la vista.