La Organización Mundial de la Salud ha adoptado medidas estrechas en cuanto a la cantidad de plomo que puede contener el agua potable. Esta medida se ha tomado debido a la venopunción de plomo en niños en el Reino Unido. Los nuevos estándares implantados ahora han reducido el límite anterior hasta cinco. En consecuencia, el gobierno británico tendrá que gastar miles de millones para renovar las viejas tuberías.
En este momento, el límite de plomo en el Reino Unido se encuentra en 50 microgramos por litro, por lo que deberá reducirse a 10 microgramos por litro. Según Derek Miller, jefe del Centro de Investigación sobre el Agua en el condado de Oxfordshire, “los nuevos límites dependen de los efectos del plomo en el desarrollo intelectual de los jóvenes”.
El agua de grifo es la principal vía de contaminación de plomo en la actualidad y se debe a la cantidad de plomo presente en las tuberías.
También se ha analizado el coste de construcción de la nueva tubería. Según un estudio realizado hace diez años, 100.000 pesetas por vivienda. lo que supondría un total de 300.000 millones de pesetas. Teniendo en cuenta la inflación registrada en los últimos diez años, dicha cifra se duplicaría.
Aunque el coste es enorme, es algo que la salud merece. ¿Y en otros lugares de Europa, por ejemplo, en qué situación estamos?