La hormiga del desierto

En el Sahara, al mediodía, las temperaturas son de 60ºC y encontrar alguna sombra en el Sahara es una ficción. En esta época, mientras la mayoría de los animales se encuentran en sus refugios, la hormiga del desierto sale en busca de alimento. Este insecto utiliza tácticas para hacer frente a estas duras condiciones.

Cuando la arena quema, a pesar de que la hormiga tiene seis patas, se muerde sobre las dos patas. El riesgo de deshidratación reduce al mínimo la exposición del insecto. Para ello va muy rápido, sin descansar y manteniendo al máximo la respiración para evitar la pérdida de humedad. Su distancia en un segundo es 100 veces superior a su longitud. Nada más ver las presas muertas o vivas, sale de su nido. También ha encontrado un sistema para no perderse en el camino.

Para ello se siguen las líneas de luz polarizada del cielo. Además, siempre elegirá el camino más corto para volver al nido. Cuando se cansa sube a un tallo y estira las patas delanteras.

Tras analizar estas hormigas, el doctor Ruediger Wehner, profesor de zoología de la universidad de Zurich, ha afirmado que son de la especie “Cataglyphis” y ha plasmado la cartografía de los recorridos de las hormigas explorando la tierra del desierto. Dice que “tras analizar estos animales, pienso que se comportan como pequeños ordenadores, es decir, que los pequeños cerebros tienen la capacidad de superar grandes problemas”.

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