Posible respuesta autoinmune a los sucesos trombóticos tras la vacuna de Astrazeneca

Galarraga Aiestaran, Ana

Elhuyar Zientzia

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Ed. De archivo

El pasado 9 de abril la Agencia Europea de Medicamentos (SEM), al informar de los resultados provisionales de los estudios sobre los efectos secundarios de la vacuna de Astrazeneca, señaló que puede haber alguna relación entre la vacuna y los acontecimientos trombóticos extraordinarios. Estos hechos son muy raros (6,5 casos entre un millón de vacunados que han recibido una dosis de Astrazeneca) y no han encontrado factores de riesgo para su existencia. Eso sí, todos los casos se han dado en personas de 60 años (donde se ha vacunado principalmente) y en mujeres el doble que en hombres. La SEM sugiere que la causa puede ser una combustión autoinmune, similar a la que ocurre en casos raros de heparina con fármaco anticoagulante.

La revista New England Journal Of Medicine ha publicado los resultados de dos grupos de investigación que han estudiado esta relación. Uno en Oslo con cinco casos y otro en Alemania y Austria con 11 casos. Todos coinciden con la hipótesis sugerida por la SEM. En todos ellos, al cabo de unos días después de recibir la vacuna de Astrazeneca, sufrieron trombos en diferentes lugares (cerebro, pulmones, etc.), al tiempo que disminuyeron las plaquetas en sangre (trombocitopenia). Lo mismo ocurre en los que sufren este extraño efecto colateral de la heparina.

Y el mecanismo es similar, según los estudios. En estas personas parece que el sistema inmunitario tiene una respuesta inadecuada y genera anticuerpos contra una proteína presente en el interior de las plaquetas y en la piel y células de los vasos sanguíneos (PF4).

Sin embargo, todavía no saben qué componente de la vacuna provoca esta respuesta inadecuada. Algunos creen que los adenobiruses que contienen la información genética de la proteína S del coronavirus serían los causantes, mientras que otros sospechan que el ADN libre que lleva la vacuna es el responsable de ello. Las vacunas de Sputnik V y Janssen utilizan la misma tecnología que las de Astrazeneca, por lo que es posible que éstas también tengan este tipo de efectos secundarios. De hecho, ya se han notificado algunos casos con respecto a la vacuna de Janssen.

En cualquier caso, la SEM ha determinado los síntomas indicativos de acontecimientos trombóticos atípicos y aconseja acudir a los servicios médicos en caso de detectarlos. Se trata de dificultad respiratoria, dolor torácico, inflamación de las piernas, dolor abdominal persistente, síntomas neurológicos como dolores de cabeza severos y persistentes o visión borrosa, y pequeñas manchas de sangre bajo la piel.

Además, los investigadores han afirmado que este efecto secundario tiene tratamiento. Y afirman que el riesgo de que ocurra es realmente bajo y que los beneficios de la vacuna son mucho mayores que los daños que puede causar.

 
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