El destino de las ballenas
La noticia llega a nosotros a menudo: un grupo de ballenas se ha quedado atrapado en una remota playa sin retroceder ni avanzar, y se han dejado morir. ¿Por qué los seres inteligentes invaden este camino?.
El suceso sorprendió también a Aristóteles, que parece no tener razón. Los biólogos actuales han creado numerosas teorías para aclarar este lamentable suceso.
Un biólogo descubrió las lombrices en las orejas de unos delfines hundidos y dedujo que éstas habían estropeado el sistema de navegación de los delfines.
Luego se observó que todos los delfines tenían estos parásitos. Otra teoría decía que las ballenas, al ser animales terrestres, se dirigían hacia Iurre siguiendo las antiguas memorias. Esta teoría animaría a pensar que las ballenas no existían hace millones de años.
En los últimos años se han publicado teorías de base más sólida. Dan Odell, biólogo de la Universidad de Miami, analiza las Corrientes del Golfo de México, analizando las imágenes térmicas obtenidas por satélite. A veces las pequeñas corrientes se desplazan hasta las frías aguas costeras para alejarse y desaparecer. Las corrientes que circulan fuera del cauce pueden llevar chiripirones que son el principal alimento de las ballenas.
Las ballenas que siguen a los chipirones consumen con rapidez estos limitados recursos y los encarrilamientos de los grupos se deben a que están demasiado cerca de la costa y sin comida.
Científicos de California proponen otra teoría: que las ballenas se ajustan a los mínimos magnéticos. En los mínimos magnéticos, el campo magnético de la Tierra tiene valores mínimos. Cuando se ha comparado el lugar de encarrilamiento de las ballenas con el magnetismo terrestre, se ha observado que el 95% de los encriptamientos se han producido en lugares en los que las líneas de mínimos magnéticos y la costa se cortan entre sí. Si la causa del comportamiento de las ballenas fuera ésta, se trataría de un suceso similar al de la pila atómica que ha perdido el camino.
Zu idazle
Zientzia aldizkaria
