Investigadores de la Universidad Estatal de Oregón (EEUU) han detectado microorganismos que producen energía al digerir la basura orgánica. Las bacterias de la familia Geobacteraceae extraen electrones de los sedimentos de carbono marinos para obtener el dióxido de carbono imprescindible para su metabolismo. Normalmente dejan los electrones sólo en el hierro del fondo marino o en los sulfatos minerales. Pero pueden dejarlos exactamente igual en el electrodo de un circuito eléctrico. De esta forma, dejando un electrodo en los sedimentos del fondo marino y el otro en el agua superficial, se obtiene una pila eléctrica.
Asimismo, los investigadores han comprobado que las bacterias de agua dulce de la misma familia hacen lo mismo y que pueden crecer en acuíferos contaminados con aceite o en aguas de alcantarillado. De esta forma, además de degradar el contaminante, pueden producir algo de electricidad.