Según el informe de incendios de 2023-2024, los incendios que se produjeron en este periodo en Canadá y Amazonia, además de no tener precedentes, fueron, en gran medida, consecuencia del cambio climático. El informe, elaborado por varias universidades y centros del Reino Unido, recoge también las consecuencias de los incendios forestales, como la emisión a la atmósfera de 8,6 mil millones de toneladas de dióxido de carbono, un 17% más que la media de años anteriores. Y los daños no solo fueron ambientales, sino que también afectaron gravemente a las personas: la muerte, los problemas de salud, la pérdida de vida…
Los autores del informe han precisado que los incendios se han producido especialmente en Canadá, en el oeste de la Amazonia y en Grecia. En estos lugares se ha calculado el aumento de la probabilidad de incendios debido al cambio climático y se ha llegado a la conclusión de que en Grecia esa probabilidad se duplicó al menos dos, en Canadá se triplicó y, por último, fue 20 veces superior en Amazonia. Advierten de que si se siguen emitiendo gases invernadero, la tendencia en el futuro será aún peor.