Estos dos vados moteros de la isla japonesa de Sado son los únicos supervivientes del mundo, los últimos de esta especie. No han tenido descendencia y por su edad no lo tendrán.
Cuando estas dos aves mueren, la especie se perderá para siempre, pero sólo se congelarán para conservar el patrimonio genético. Sin embargo, con los avances de la técnica, ¿no será posible dentro de unos años crear un ibis motobre o un híbrido de la ibis asiática?
La nutria japonesa también es la última y está a punto de preservar el patrimonio genético de esta especie. También se escondió el lobo japonés, pero ¿no lo recuperarán al encontrar sus moléculas de ADN?