Cuando el vehículo Curiosity fue colocado en la superficie de Marte, la NASA se planteó con dos objetivos: por un lado, buscar restos de compuestos orgánicos y, por otro, hallar indicios de las condiciones para la vida en una época. Pues bien, ahora han anunciado que ha cumplido su segundo objetivo, reconociendo que el
éxito en el primer objetivo es muy difícil, ya que los compuestos orgánicos se degradan con facilidad, pero el segundo no era fácil. De hecho, en las muestras analizadas hasta la fecha se han encontrado oxidantes y sales que negaban la posibilidad de vida. En esta ocasión se ha dado cuenta de lo contrario, es decir, se han encontrado compuestos que permiten la vida y un entorno en condiciones adecuadas.
Curiosity tomó la muestra en la bahía de Yellowknife y se analizó en el laboratorio del propio vehículo. Los resultados parecen indicar que el lugar fue ocasionalmente parte de un sistema fluvial o una laguna. De hecho, la roca tiene arcilla y los sulfatos y sulfitos podían ser una buena fuente de energía para los microorganismos. Además, a diferencia de otras ocasiones, el entorno es neutro o ligeramente alcalino, por lo que resulta apropiado para la vida.
John Gotzinger, director del proyecto Mars Science Laboratory, ha adelantado que “en los próximos meses y años Curiosity espera nuevos descubrimientos impactantes”. El vehículo llegó el pasado mes de agosto a la superficie de Marte con el objetivo de funcionar durante dos años.