La rapidez es una característica muy apreciada en los ordenadores. Es más, en la sociedad actual son fundamentales los ordenadores de trabajo rápido.
Los componentes básicos de los ordenadores son los chips, que trabajan más eficazmente a bajas temperaturas. Por ello, los ordenadores tienen en su interior ventiladores que enfrían estos chips. Sin embargo, los chips son cada vez más pequeños y fuertes, por lo que generan más calor y necesitan sistemas de refrigeración más robustos. Helio y nitrógeno líquidos son buenos refrigerantes, pero caros y difíciles de utilizar.
Un equipo de investigadores estadounidenses ha sintetizado material termoeléctrico basado en elementos de cesio, bismuto y telurio, capaz de reducir 100 ºC la temperatura y que puede ser útil para chips.