El físico Marlan Scully afirma que la energía de los gases que salen del escape del coche puede producir rayos láser. Tomando como base un quemador posterior y la mecánica cuántica, los residuos de gas de los coches se convertirían en energía útil, es decir, rayos láser.
Para ello habría que añadir dos nuevos apartados después del tubo de escape del coche, un láser y un maser (tipo láser que produce microondas en lugar de luz visible). Ambos, utilizando diferentes niveles energéticos de las moléculas del tubo de escape, producirían radiación. El maser emplearía las moléculas de más calor del tubo de escape para producir microondas.
Posteriormente, estas moléculas pasarían a un nivel energético más bajo para su uso por el láser. Los láseres requieren un gran número de moléculas excitadas que liberan la energía como luz. En resumen, el maser usaría una parte del calor del tubo de escape y el resto de la energía generaría rayos láser.