Presentan los resultados de la mayor investigación genética sobre autismo y anulan la hipótesis basada en neuronas espejo
El Proyecto Genoma del Autismo ha publicado en la revista científica Nature los resultados del mayor estudio genético relacionado con este síndrome. El estudio ha comparado el genoma de 1.000 personas con autismo con el genoma de 1.300 personas sin este síndrome. Así han demostrado que el ADN de los autistas tiene un 19% más de pequeños cambios que el de los demás, y que estos cambios no se producen en todos los genes sino al revés.
Algunos de estos genes ya se asociaban al autismo, pero otros no. Algunos también se relacionan con otros trastornos mentales como la esquizofrenia. Por otra parte, algunos son heredados y otros pertenecen a la persona analizada. Sin embargo, los investigadores creen que es posible que exista un "mecanismo patogénico común" que ayude a clarificar este mecanismo de investigación.
Además, investigadores de la Universidad de Nueva York han demostrado que una hipótesis de autismo es errónea. De hecho, hace unos años, neurocientíficos propusieron que la explicación del autismo podía estar en neuronas espejos.
Las neuronas de espejo son capaces de sentir empatía y uno de los síntomas del autismo es la incapacidad de ponerse en la piel de los demás. Por lo tanto, parecía razonable pensar que las neuronas especulares de las personas con autismo no funcionaban correctamente y que eso les afectaba. En algunos estudios realizados con niños y primates se encontraron además pruebas favorables a esta hipótesis.
Sin embargo, según los investigadores de la Universidad de Nueva York, esas pruebas no eran muy sólidas. Han realizado experimentos diseñados específicamente para resolverlo, con y sin adultos con autismo, y utilizando la ilustración de resonancia magnética han recogido imágenes de la actividad cerebral de los participantes. Comparando los resultados de unos y otros, se observa que las zonas con neuronas espejo funcionan de forma similar en todas. Así, investigadores de la Universidad de Nueva York han llegado a la conclusión de que la hipótesis que unía el autismo con las neuronas especulares es errónea. El estudio ha sido publicado en la revista Neuron.