Un hueso fósil de un dedo ha demostrado que los Australopithecus afarensis no tenían pies planos --es decir, tenían una fisonomía adecuada para andar en ambas patas- y no vivían en los árboles. El hueso ha sido estudiado por un equipo de paleontólogos de la Universidad de Missouri, un metatarso de la cuarta observación que, según los expertos, tiene un hueso muy diferente para las especies adaptadas a la vida sobre el árbol --hueso plano - y para las que están adaptadas a caminar por el suelo-hueso curvo. Los paleontólogos han encontrado pocos huesos fósiles de los pies de los australopitecos, y es la primera vez que encuentran un cuarto metatarso. El célebre fósil Lucy, por ejemplo, carece de pies, pero otros rasgos del esqueleto le han llevado a creer que andaba por el suelo y por las dos piernas. Ahora, el estudio del metatarso ha reforzado esta hipótesis.